Ecuador es un de los pocos países del mundo que tiene la dicha de producir las 2 especies de café más consumidas a nivel mundial (arábica y robusta).

Pues sí, además del siempre apreciado café arábica, en la actualidad Ecuador se encuentra produciendo robusta de especialidad, más conocido como fine robusta. Para entender mejor lo que significa producir esta especie de café en el Ecuador, conversamos con nuestros amigos de Witoca.

Witoca café de la amazonía

El Witoc es una fruta amazónica utilizada por las personas de la selva como maquillaje y tinte para el cuerpo, sobre todo en fiestas y ocasiones especiales. Se dice que esta planta sirve para invocar los espíritus de la selva, entre estos, el de la serpiente y el jaguar. Andrea, una de las socias de Witoca coffee nos explica que el witoc “tiene la fuerza de los seres de la naturaleza” razón por la cual se eligió ese nombre.

Witoca es una asociación de productores de café robusta en la amazonía ecuatoriana, específicamente en Hauticocha, Loreto.

¿Cómo nace?

El proyecto de Witoca nace hace aproximadamente 2 años, cuando Andrea y Fabio (ambos hijos de agricultores) se encontraban culminando sus estudios superiores en Quito. Durante su estancia en la capital, su origen era un tema de conversación recurrente, sobre todo se hablaba del gran potencial que tiene la Amazonía y de como muchos de los recursos no eran bien aprovechados.

¿Cómo nace?

El proyecto de Witoca nace hace aproximadamente 2 años, cuando Andrea y Fabio (ambos hijos de agricultores) se encontraban culminando sus estudios superiores en Quito. Durante su estancia en la capital, su origen era un tema de conversación recurrente, sobre todo se hablaba del gran potencial que tiene la Amazonía y de como muchos de los recursos no eran bien aprovechados.

Totalmente convencidos por ese potencial, deciden regresar a su tierra natal y apostar por la producción sostenible de café robusta. Luego de muchas conversaciones, se dan cuenta de que la única forma de trabajar en conjunto y en pro de las comunidades, es crear una asociación que se dedique a potencializar el café de esta región.

Pero… ¿Café Robusta en la selva?

Sí, Andrea recuerda: “lo que nos cuentan los abuelos es que (hace más de 30 años) había toda esta promoción de colonizar la Amazonía, y cuando la gente venía a este Oriente desconocido, venía trayendo todo lo que podía”. El café robusta fue una de las plantas favoritas de los colonizadores debido a su resistencia durante el viaje, Andrea nos afirma que “después de una semana de trajinar en el viaje, el café seguía vivo” y nos asegura que las primeras plantas sembradas en Huaticocha eran provenientes de Santo Domingo.

Luego de la llegada de las primeras plantas, estas se fueron transformando y adaptando a su entorno, muchas de estas incluso se mezclaron con conilones (variedad de café canephora). Siendo estas las que presentan sabores y aromas más complejos en la actualidad.

Retomando la historia

Desde el inicio era un reto nos comenta Andrea, “la gente del mundo del café nos decía que el robusta es de muy mala calidad”. Sin embargo, con la entrega que caracteriza a los amazónicos, no se dieron por vencidos, y en lugar de eso “empezamos a investigar y vimos que, de hecho, hay muchas miradas hacia el robusta porque es más resistente al cambio climático y en el futuro, es la especie que probablemente predomine, porque se va a adaptar mejor, va a poder sobrevivir a estas condiciones”.

No todo es color de rosa…

Huaticocha tiene 4 comunidades muy distanciadas entre sí. Chacayacu es la de más difícil acceso, para poder salir de la comunidad no existe carretera, por lo que se debe contratar un caballo que carga 2 sacos de café, este caballo tiene un costo de $15 por un recorrido de 3 horas y media. Después de esto hay una carretera, pero su estado no es el mejor, por lo que se les cobra a los caficultores entre $7 a $10 por viaje.

El precio en el mercado de un quintal de café en cereza está entre $15 y $18, precio que apenas cubre los gastos de producción. Sin embargo, en la organización se paga hasta $24 por el mismo quintal de café. A pesar de esto, Andrea asegura que a esta comunidad “todavía le debemos”.

En la asociación se recibe el café en cereza, y como alternativa para reducir los costos de producción de la comunidad, se ha visto la posibilidad de implementar una despulpadora, con el fin de secar el café en finca. Esta alternativa se complica debido a que esta comunidad no tiene luz, además cuenta con marquesinas muy precarias, en las que existe mucho riesgo de que se propaguen ciertos hongos.

A pesar de las difíciles condiciones con las que se cuenta, la organización ha sabido sacar lo mejor de el café que producen.

Taza dorada

Uno de los mayores reconocimientos que existe para los caficultores del país, es la taza dorada. Este es un concurso en el que catadores certificados internacionalmente, evalúan las características sensoriales de los cafés y les otorgan un puntaje sobre 100 puntos.

En 2018, cuando Witoca recién estaba comenzando, decidieron participar con 3 muestras de café. Por ser la primera ocasión, no tenían mucha expectativa, pero una de sus muestras alcanzó el 5to lugar. Esto fue una total sorpresa para los productores de Huaticocha, quienes, viendo el potencial que podía tener su café, continuaron experimentando en los procesos de producción. Andrea nos cuenta: “quedamos super contentos porque estos cafés, que son los top, si los podemos producir, si tenemos el potencial”.

Esta experimentación dio sus frutos, y para el 2019, alcanzaron el primer lugar. En esta edición participaron con 2 lotes de café con procesos honey. Andrea asegura que: “fue una super sorpresa, sabíamos que teníamos que explorar más con nuestros cafés, desarrollar mejores perfiles y, aun así, fue el ganador”. Este reconocimiento ha significado una alegría para toda la gente de Witoca, pero así mismo, significa una gran responsabilidad, ya que saben que lo pueden hacer mejor y esperan “en las próximas competencias llevar un mejor café y traer más sorpresas”.

Trabajando con la comunidad

La sostenibilidad y el comercio justo han sido los pilares fundamentales con los que se ha desarrollado este proyecto. Ya hemos visto un par de ejemplos, pero algo que vale la pena destacar, es el proyecto de enseñar inglés a la gente de las comunidades.

Los chicos de Witoca vieron que “muchas madres de familia no podían ir a las reuniones porque no tenían con quien dejar a sus hijos, y les dijimos: no tienes por qué dejarlos, puedes traerlos y nosotros les enseñamos inglés”.

Es así, que actualmente se encuentran dando cursos de cocina y pintura en inglés. La intención es brindar un aprendizaje dinámico y entretenido para los niños, mientras sus madres están en las reuniones de la asociación.

Viendo hacia el futuro

En marzo, justo antes de la pandemia, lograron conseguir un financiamiento cuyo fin era crear una cafetería en el centro de Quito. Debido a la situación que está atravesando el mundo, decidieron dar marcha atrás a este proyecto y crear una pequeña planta de procesamiento de cacao, con la que se espera que puedan salir nuevos proyectos para la comunidad.

Actualmente trabajan con cafés de procesos honey y lavados. Sin embargo, se encuentran experimentando para poder sacar al mercado cafés con procesos naturales, donde se logre resaltar las notas propias del café amazónico.

Por último, otra de las medidas que han tenido que tomar fue el hecho de volverse sus propios distribuidores de café, ya que muchas de las tiendas donde se vendía su producto están cerradas al momento. Es así, que crearon una tienda virtual donde se puede encontrar sus productos.

No sabemos qué es lo que vaya a pasar después de todo esto, pero de lo que podemos estar seguros, es que estos chicos no se van a quedar quietos, van a seguir sorprendiéndonos y haciendo crecer la cultura del café en Ecuador y en el mundo.

Entérate mas sobre este interesante proyecto en sus redes sociales Instagram y Facebook

Tadeo Agama

Redactor

Graduado de Ingeniería en administración de empresas turísticas y hoteleras de la UDLA, pero sobre todo Barista y apasionado por el café, con más de 5 años de experiencia en la industria cafetera del Ecuador. Participante de 2 campeonatos nacionales de barismo, alcanzando el 5to y 4to lugar.

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